Aquí las imágenes en mejor calidad:
Urbs Affectu es el título de un proyecto fotográfico inspirado en la obra del pintor estadounidense Edward Hopper, célebre sobre todo por sus retratos de la soledad en la vida estadounidense contemporánea. Se le considera uno de los pintores de la escuela Ashcan, que a través de Arshile Gorky llevó al expresionismo abstracto posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Hopper, al igual que otros artistas, representa en parte de su obra la situación social de su época. Ese pensamiento que viaja por el inconsciente colectivo, un aire que pesa y oprime los cuerpos y las almas, pero que él representa de forma individual, como hace en sus cuadros en los que aparecen mujeres pensativas, de mirada perdida, reflexionando sobre sus vidas.
Mi
intención con este trabajo es mostrar el sentimiento de soledad, de
aislamiento, de opresión, la alienación, el abandono, etc. que
provocan las grandes ciudades en las personas que allí habitamos.
Intento expresar estos sentimientos, característicos de estas
grandes comunidades, a través de una persona, de forma individual,
es decir, el individuo mostrando un sentimiento colectivo. Hopper nos
transmitía muchas veces ese sentimiento a través de la mujer,
mostrándolas solitarias, pensativas, ensimismadas, mirando al
vacío... lo que nos hacía preguntarnos qué es lo que están
pensando. Pero al contrario que el pintor, yo he querido contar una
historia más personal, reflejar esos sentimientos colectivos a
través de la mujer, pero de una mujer en concreto.
A
diferencia del pintor, lo que intento mostrar es un retrato más
personal, interiorizar más en esta mujer, que la foto y los
distintos objetos y símbolos que haya en la composición hablen de
su personalidad, de su carácter, de sus gustos... Hopper pintaba
mujeres sin identidad, mujeres que podrían ser cualquiera, y que
utilizaba para transmitir unos sentimientos y sensaciones concretas.
Es por esto por lo que sus rostros no tenían demasiado detalle, sino
que importaba más la atmósfera del cuadro y esa mirada perdida que
cualquier otro elemento que nos hablase un poco más de esa mujer en
concreto o de algún aspecto de su vida.
Lo
que me interesa y quiero captar es ese momento íntimo en el que,
inmersos en nosotros mismos, nos ponemos a pensar en nuestras cosas:
en qué tenemos que hacer, en las facturas, en si eso que tenemos
planeado saldrá bien o no, en ciertas personas en particular... Es
ese momento en el que nos quitamos la máscara que todos nos ponemos
al salir de casa y somos realmente nosotros mismos.
Lograr
introducir al espectador en esa habitación y que se pregunte qué
está pensando la mujer que nos muestra la fotografía es
indispensable. Para ello, pienso que es primordial conseguir una
composición lo más simple posible, que no distraiga la mirada de lo
realmente importante. Es por esto que me interesa especialmente la
obra de las dos fotógrafas anteriormente citadas pertenecientes a la
escuela de Helsinki, ya que la luz y la atmósfera, o la estética de
sus fotos en definitiva, me transmiten esa sensación.
Edward
Hopper vivió en una época parecida a la nuestra en cuanto a la
situación socioeconómica se refiere. En 1929 tuvo lugar el crack
bursátil en Estados Unidos, lo que provocó la mayor
crisis económica y social a nivel estatal, con consecuencias a
escala global. Hopper pintó y nos mostró el declive del llamado
“sueño americano” a través de la sociedad estadounidense. Al
igual que el pintor, nosotros vivimos ahora una situación parecida
en nuestro país, una época de crisis.
El
objetivo de mi obra es recrear esa misma sensación, o parecida, pero
llevada a nuestros días y contarla a través de una mujer
contemporánea, de aspecto solitario, encerrada en sí misma,
reflexionando sobre su vida, anclada en una rutina opresora... La
protagonista de mi trabajo es una joven sevillana de 23 años.
Estudia Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla y por
la tarde trabaja como camarera en una conocida cadena de bares por
muy poco dinero la hora. Ésta es la misma situación que viven
muchos jóvenes en el país, que tienen que trabajar para poder
pagarse sus estudios y ayudar en casa con lo que pueden. Por eso,
este trabajo es también un homenaje, a ella en particular y a todos
esos jóvenes en general, por el enorme esfuerzo que hacen, lo cual
admiro y respeto muchísimo.
bonitas fotos!
ResponderEliminarMortal Guille, mortal.
ResponderEliminar(Dardo)
Muchas gracias!
ResponderEliminarGuillermo, magnificas.
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